lunes, 18 de mayo de 2015

Un "Mundo azul" es posible

Sí. Arriésgate. Ésa es siempre la respuesta

Cuando una persona realiza bien su trabajo, este es reconocido y las personas hablan bien de él a sus amigos, familiares o conocidos. Este tipo de propaganda, tal vez la más efectiva, es el que hizo llegar a mis oídos este autor. Tan positivos eran los comentarios, que me decante por leer la última obra de Albert Espinosa. La opinión final de éste es positiva, no obstante el libro encierra algunos detalles que me decepcionaron francamente.




En el libro abundan frases llenas de positividad y que hacen reflexionar sobre que un "mundo azul" es posible en la vida de cada uno.

“El caos es aquello que te hace diferente. Aquello que la gente no comprende de ti y que desea que cambies. Pero uno es su caos.”
Es una novela divertida que hace reflexionar sobre lo perecedero de la vida.  En cambio el libro presenta un formato y paginación poco esmerada que pone de manifiesto el objetivo comercial de éste. De hecho se considera a este escrito, uno de los más vendidos según el ranking de Sant Jordi.  Mi punto de vista se basa en un excesivo Interlineado de 1,5 y capítulos demasiado cortos, cuyo título ocupa el largo de una página entera; por delante escrita y por detrás con espacio en blanco. Por el formato y distribución del texto el escrito podría parecer un texto poético.  No obstante en la solapa se especifica que se trata de una novela. Mucho “enter” para una obra que por contenido podría ocupar 100 páginas. El precio es exagerado para una novela que se puede leer fácilmente en 2 días. Por muy buen contenido que contenga,

Tal vez esta sea una de los pocos defectos que encuentre a los libros de este autor. Mundo Azul Ama tu Caos utiliza un lenguaje muy sencillo, en el que abunda la adjetivación y descripción detallada; esto facilita situarte en contexto rápidamente. Las constantes conversaciones entre los personajes también dan colorido a esta novela, motivando la reflexión personal e incluso aflorando sentimientos cambiantes de difíciles de explicación

Mundo Azul, cierra esta  trilogía “de color” en la que el personaje principal descubre que su enfermedad es terminal. En la camilla del hospital, decide no acabar su vida entre electrodos y altas dosis de morfina. El joven se escapa del hospital hacía una isla Idílica, que su compañero de habitación le recomendó antes de morir. Es entonces cuando descubre que el lugar es tan perfecto como le había narrado su defunto compinche.

Allí conoce a jóvenes menores de edad, que al igual que él encaran la recta final de su vida. Poco a poco y tras conversar con los inquilinos, descubre que le resta una o dos semanas de vida. La gente allí se moría, pero no entre camillas y lágrimas. La gente yacía en su lecho con una resplandeciente sonrisa, con la sensación de haber aprovechado su breve instancia en la isla más que el resto de su vida en una sociedad sin alegría, sin moral y sin vida.

El autor trata de reanimar una parte del ser humano que, tal vez, se deteriora cada vez más debido a una sociedad en la que vives para trabajar y no para disfrutar. La sensación de ser libre, de vivir, es algo que tal vez uno se debería replantear durante su andadura por este mundo.


Fuente imagen:
www.Albertespinosa.com

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