El camino (1950)

El relato de un niño que se marcha de su pueblo es una de las grandes genialidades literarias de Miguel Delibes. En sí, el libro nos narra la historia de un niño que no quiere dejar de crecer, ya que ello significa alejarse del pueblo que le ha visto madurar hasta convertirse en un pequeño hombre listo para aventurarse en una nueva etapa de la vida.
Miguel Delibes pretende por medio del libro darnos a conocer distintos puntos de vista de un proceso natural en la vida de los humanos, el hecho de marcharse de un lugar habitual, alejarse de la familia, los amigos, etc… que a la vista de Daniel, el Mochuelo, se presenta como algo desgarrador y demasiado melancólico.

La genialidad de Delibes se puede sentir en cómo, mediante el recuerdo de un niño, una noche antes de irse del pueblo, pretende capturar al lector y transmitir todos esos sentimientos que cada persona de manera individual puede sentir, no sólo en el hecho de marcharse de una ciudad a otra sino también en los distintos cambios de rumbo que las personas pueden experimentar a lo largo de su vida. Ya sea por un motivo u otro cada persona a lo largo de su vida experimenta cambios con la inquietud de las consecuencias que puede tener cada una de sus decisiones.

Al igual que lo hace Daniel, el Mochuelo, las personas tienen que elegir entre lo que a su parecer les resulta conveniente y, lo que puede parecer conveniente para ellos en las percepciones de los seres más allegados a su entorno personal, la familia. En el caso de Daniel, él toma la decisión de marcharse a la ciudad por complacer a su padre, quien ve en su hijo una esperanza de ver cumplido un sueño que él en su infancia no pudo alcanzar. No se puede olvidar también que en este aspecto, Delibes pretende dar a conocer la esperanza y el esfuerzo que da un padre para ver progresar a su hijo. Algo que estará presente siempre en el desarrollo habitual de las personas. La reacción de Daniel ante este aspecto, es el comportamiento que adoptaría cualquier persona al sentir que llegan cosas novedosas a su vida, las cuales desconoce.

La forma de confrontar los hechos de un niño, muestra cómo la edad no es la que hace madurar a las personas sino que es la experiencia que se va adquiriendo con distintos sucesos acaecidos en la vida lo que realmente hacen cambiar de mentalidad a cada individuo. Daniel, el Mochuelo antes de marcharse a la ciudad vive una serie de sucesos que podrían cambiar el rumbo de las personas, pero no el rumbo de él, ya que tiene muy claro su destino y objetivos en la vida. El hecho de perder a uno de los mejores amigos es un suceso que podría fácilmente hundir a una persona, frente a esto, Delibes por medio de Daniel invita a cada lector a afrontar cada momento de la vida con valentía, tal y como lo hace Daniel, sin olvidarse de los objetivos que cada persona tiene marcados en su calendario. Aquellos objetivos que poco a poco irán convirtiendo cada uno de los sueños y aspiraciones en la vida en realidad.

El libro no deja espacio para críticas con respecto al contenido, cada uno de los espacios recreados se adecua perfectamente a cada uno de los personajes propios de la España rural. Los temas presentados pretenden conmover al lector haciéndole partícipe en descubrir por primera vez la forma de percepción de las cosas en un niño y los sentimientos que pueden conllevar cada una de sus decisiones.