jueves, 14 de mayo de 2015

Noah (2014), un híbrido de ficción y no-ficción

Noah, libro del Alemán Sebastian Fitzek, nos envuelve entre unas fantásticas páginas de ficción que, al mismo tiempo, toca temas de no-ficción. El hambre, sed, contaminación y desigualdad no son temas ficticios, irreales. Son temas que están presentes en nuestro mundo día a día. El autor los sabe introducir discretamente en del argumento y a través de sus personajes. Lo secunda de manera más implícita en su epílogo, al que encuentro verdaderamente interesante. Así consigue concienciar al lector de su derroche y falta de conciencia en un mundo que  considera injusto. 
Este libro se desarrolla en dos planos muy distintos, pero que conviven juntos. De ahí la dificultad para catalogar la obra como una novela o como una crítica. Es interesante leer el epílogo para comprender los puntos de vista del autor. Este libro sirve de entretenimiento pero, a mi pesar, resulta más interesante leer entre lineas y concienciarse de que nuestro elevado nivel de vida, en otros casos, condiciona el pésimo nivel de vida de otros.

Sinopsis

Principio IdentifikLos escritores más dotados son aquellos que manipulan los grupos de memoria del lector de forma tan exquisita que recrean dentro de la mente de éste todo un mundo que vibra con las propias emociones reales del lector. Los acontecimientos únicamente se producen en la página, en la letra impresa, pero las emociones son reales. De ahí esa sensación única cuando uno es -absorbido por un cierto libro, se pierde en élTom Wolff. El nuevo periodismo

Noah, químico y experto en la lucha cuerpo a cuerpo, antiguo hombre de confianza del presidente de los Estados Unidos y amnésico con la palabra "Noah" extrañamente tatuada en la palma de su mano, recibe una bala en el hombro. Es salvado por Óscar, un vagabundo, que se convierte en su compañero de viaje. Noah no recuerda su pasado y vive la vida de un vagabundo durante un tiempo, pasando su el día en la calle y la fría noche de Alemania en moteles baratos. 

Un día lee una noticia en el periódico que dice de recompensar al autor de un cuadro, con un millón de dolares. En su mente se produce FlahBack y llama al teléfono, siguiendo su instinto. Céline, la encargada de atender a los reclamantes, le cuelga tras una conversación desinteresada. Era el solicitante 30.000. 

Al poco tiempo recibe otra llamada telefónica del mismo periódico. La noticia era una simple excusa para encontrar a un hombre. El hombre que buscaban los altos dirigentes del periódico era Noah, era él.

A partir de entonces el libro se convierte en un relato más agitado. Abunda la acción y los sicarios corren en su búsqueda con la idea de quitarle la vida. Apunto están de conseguirlo en varias ocasiones, pero el experto en defensa logra acabar con ellos antes. Los asesinos a sueldo están movidos por una extraña organización, Room 17, y le buscan por una razón desconocida. La situación se produce en el contexto de la gripe de manila, una enfermedad acusada que está segando la vida de millones de personas en todo el mundo y cuyo único remedio es una pastilla: Zet Flu, una receta médica que está al alcance de muy pocos por su precio. 

El entramado se desarrolla con dinamicidad y cambiando su escenario reiteradamente (Italia,Filipinas, Alemania..). Se descubre que la gripe es un experimento creado con el fin de disminuir la capacidad del planeta Tierra a limites sostenibles. En la mano de Noah está el futuro de millones de personas.


Entre lineas [...] 

Fitzek apela en su epílogo a la contaminación como algo que se nos va desmesuradamente de las manos: "La naturaleza ha necesitado un millón de años para producir el petróleo que nuestra civilización consume hoy en un día en un solo año. No cabe duda que las próximas generaciones pensarán que estábamos totalmente chiflados". Tomar un viaje en avión. Coger una bolsa de plástico, para después tirarla a la basura. Moverte en coche en tu propia ciudad. Por si solos son actos insignificantes, pero atrévete a multiplicar tu gasto diario por un año, y a su vez por los miles millones de personas que hacen uso del combustible y veras como resultado un nivel  desmedido.  Este nivel de vida, que ni siquiera apreciamos, significará pronto la total desaparición de un recurso natural que tardó millones de años en formarse. También es vital citar, que nuestra presencia en el planeta ha hecho calentar a éste varios grados. Pero como dice el autor quien morirá es el parásito, no el huésped al que le chupa la sangre.

"Se que hay algo que no cuadra cuando una lasaña congelada cuesta solo 1,49 euros, un producto elaborado a partir de un ser vivo procesado y que se ha congelado y transportado" ¿A caso es que el grano que sostentó al animal antes de su procesamiento, no valía dinero? ¿Y el petroleo que mueve el camión, tren, avión u otro transporte que nos hacía llegar toneladas de la sañas no valía dinero? ¿Y la electricidad de la nevera que mantenía en óptimo estado el alimento? Así ocurre con miles de cosas que utilizamos diariamente. Ropa, alimentos, energía..

Comparto la gran mayoría los puntos de vista de Fitzek. Pero buscar solución es una tarea casi imposible, por no decir que lo es del todo. En un mundo donde habitan 7000 millones de personas, no todas podrán vivir con el lujo que lo hacemos los priviligiados del mundo desarrollado. Existen países donde los niños mueren por desnutrición. Se mueren de hambre sin una migaja de pan que llevarse a la boca, mientras que nosotros estamos estamos tirando a la basura la comida que nos sobra del almuerzo. La única manera de que todos vivamos en condiciones iguales es que los ricos distribuyan su riqueza y, por consecuente, dismunuyan su nivel de vida. ¿Pero, quien iba a querer eso? Sería inverosímil decir que lo haríamos. Es más fácil mirar a otro lado e ignorar los problemas ajenos y que no nos incumben directamente. Mientras un niño se esta muriendo de hambre, nosotros nos estamos precupando de que cenar esta noche y que ver en la televisión mientras. Cuando nos vamos al centro comercial y decidimos comprar una camiseta de 5 euros en rebajas, no pensamos en la mujer de rostros anónimo que trabajó, sin recibir una miseria a cambio. Esta es nuestra realidad. La suma de nuestras acciones podría cambiar la situación, pero como he dicho antes nadie movería un dedo por la causa.

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