miércoles, 6 de mayo de 2015

Aún es de día, segunda novela de un emergente y autocrítico Miguel Delibes

Aún es de Día es la segunda novela de Miguel Delibes. Objeto de estudio y reconocimiento de especialistas. No por Delibes, que la categoriza de ser obra de un “novato”. Hasta la publicación de su tercera novela, El Camino, no se autocritica de manera positiva, pese a ganar en 1947 el premio Nadal con la obra: La sombra del ciprés es alargada. Estamos hablando de una creación literaria que cuenta con 5 décadas de vida. Una reliquia que fue censurada por el franquismo y que volvió a publicar sus hoja gracias a la editorial Destino Libro, en 1987. La causa de la censura: Algunos relatos que el régimen categorizó de obscenas. El relato se rebautizó de nuevo gracias a los apuntes que su familia encontró en su escritorio, entre sus bocetos literarios.

En ella escritor se convierte en un narrador omnisciente, en tercera persona, que cuenta el día a día de Sebastián. Un joven deforme, marginado, objeto de burlas y bullicios. Sebastián inexperto en su vida amorosa y laboral decide dar un paso más. Consigue un trabajo en un almacén y asciende puestos hasta convertirse en comerciante. En lo relativo al amor, a punto está de casarse con Aurorauna joven poco atractiva, pero de gran corazón y cartera. Pese a ello, con el tiempo, Sebastián siente que ésta no es para él y la rechaza en aras a Irene, una joven resplandeciente que no comparte los mismo sentimientos.

El prólogo es inexistente, motivo por el cual desconocemos la verdadera intencionalidad del autor.

No obstante Delibes es un escritor al que se le caracteriza de negativo y pusilánime frente a las teclas de la máquina de escribir. Tiene conciencia con la muerte y apoya la vida de los menos agraciados. No es de esperar que su título corresponda a un símil con la vida en sí, donde el día hace referencia al vivir. Vivir que se apaga en la vida de Sebastián cuando éste ve con claridad que su amor con Irene no es correspondido.

Su organización corresponde a 13 capítulos de ficción, no titulados, que se ambientan en una ciudad, que por la cercanía del escritor a su tierra corresponda a Valladolid o sus aledaños. La historia relata cronológicamente el día a día del protagonista. Delibes construye a sus personajes bajo diálogos, es por ello que emplea un tono u otro dependiendo del individuo y de su contexto social. La obra no está dirigida hacía un ente concreto, tanto coloquialismos como palabras cultas aparecen en su obra, dotándola así de un cierto realismo social. Siempre introduce temas compartiendo los más profundos pensamientos de Sebastián, que se ven organizados en capítulos . Cada uno de ellos suele corresponder a una reflexión del protagonista: La inferioridad, el amor, su constante preocupación por el que pensarán, el trabajo. Y como en casi la totalidad de obras del vallisoletano, la muerte.

El final de la obra se adecua con gran precisión al título, dotando de un implícito sentido figurado a la obra. Sebastián no consigue sus objetivos. La obra hace reflexionar sobre el fracaso individual, que recae, en éste caso, sobre la chepa del protagonista. La información es relativamente precisa. Artura e Irene forman parte de la cúspide del escalafón social. En cambio, Sebastián, su madre y Orencia, su hermana hacen mella de la parte más humilde de la sociedad. A pesar de ser una novela que relata temas irreales, crea una atmósfera de realismo cotidiano.

A pesar de ser una gran pieza literaria, parte de nuestro legado, utiliza un lenguaje artificioso y desconocido para el lector medio. Por ello en ciertas ocasiones provoca aborrecimiento y dificultad de lectura. En cuanto a la presentación externa, ésta es pésima. Pero, también tenemos que contextualizarnos en la etapa de redacción y edición, muy anterior a nuestros días y, por lo tanto, menos evolucionada.

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