Lector por vocación, escritor por obligación. Así me defino. En todos los años que llevo de vida me he apasionado por la lectura. Comencé con los más singulares cómics de Batman, Spiderman...de todo el universo de Marvel, luego pase a unas revistas de un personaje popular latinoamericano "Condorito". De ahí se entiende mi procedencia. Pero, mientras más conocimientos adquiría mejor aún comprendía las cosas y mi intelecto me pedía más, todo lo que me pedía se traducía en libros con tramas más trabajadas, los "libros para mayores" que me decían mis padres, no por algún contenido erótico sino por un contenido más elaborado que el de unas simples historietas.
Con el pasar de los años poco a poco fui descubriendo lo mágicas que pueden resultar unas letras impresas en una simple hoja de papel. Mágicas porque nos entretienen, nos animan y nos acompañan en cualquier etapa de la vida. "Aunque los años pasen, aquellas letras que un día leíste allí seguirán diciendo lo mismo, contándote lo mismo sin envejecer". Y así es. Un libro que leíste un día puede resultar tu mejor aliado y no lo digo porque sea una persona que lea a diario -leo cuando puedo-, sino lo digo porque algún detalle, frase, palabra que haya llamado tu atención la usarás el resto de tu vida para bien o para mal.
Si me ponen a elegir entre qué genero literario o temática literaria me gusta, no me decantaría por ninguno. Me puede gustar cualquier libro, inclusive de poesía. "Lo importante es lo que pone, no el qué represente" y si lo que pone se relaciona con una etapa que atravieses, el libro se convertirá en tu preferido, aunque si lo volvieses a leer -lo vas a hacer- te resulte insignificante y momentáneo.
"Un libro no es aquel que te engancha, un libro es aquel que te enseña (...) a creer, a amar y sobre todo a saber vivir" W. Ruiz
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