viernes, 15 de mayo de 2015

La máscara de la muerte roja (1842) de Edgar Allana Poe

Esta obra es un cuento corto escrito por el autor estadounidense Edgar Allan Poe (1809 – 1849). Es una de sus obras cumbres, escrita en su momento de mayor esplendor en el género de terror.
La historia sucede en un antiguo reino, cuyos habitantes están siendo contaminados por una terrible pandemia, llamada “la Muerte Roja”, caracterizada por la gran cantidad de sangre que pierden los que la sufren. Pero esto no le importa mucho al príncipe Próspero, gobernador de este reino, el cual, junto a nobles y personas importantes, se resguardan en una especie de búnker subterráneo, donde organizan celebraciones, ignorando totalmente el caos del exterior.

En una ocasión, el príncipe decide organizar un baile de máscaras, al cual obviamente asistirían todos los acompañantes de Próspero. Esta celebración se caracterizaba porque en cada hora que pasaba, un reloj tocaba doce campanadas, lo cual, inexplicablemente, producía un inmenso terror en los invitados.

El baile estaba dividido en varias secciones, cada una representando un color. Por ejemplo, si la sala era verde, los objetos al interior, el suelo y las ventanas serían verdes. Estas recámaras iban en línea recta. Pero al final de todas, estaba una sala negra con ventanas rojas a la cual nadie se atrevía a entrar, ya que producía el mismo terror que las campanadas del reloj de la primera sala.

Transcurridas varias horas de la fiesta, el príncipe se percató de un invitado llevaba una máscara de una calavera, la cual supuestamente representaba a la muerte roja, por lo cual el príncipe se sintió ofendido, así que empezó a perseguir al misterioso individuo por todas las salas.

Pero nadie siguió al príncipe, porque sabían que al final llegarían a la sala final, que les producía tanto terror. Finalmente, cuando Próspero se encontró con el personaje de la calavera, empezaron a sonar las campanadas del reloj, por lo cual todos quedaron inmóviles, incluso el príncipe. Inmediatamente, el misterioso individuo se dio la vuelta con un grito terrorífico y Próspero cayó muerto, echando abundante sangre por los poros.

Al instante, los invitados se dieron cuenta que este personaje era realmente la representación viva de la Muerte Roja, pero inevitablemente, todos tuvieron el mismo final que el príncipe. Se dice que el último invitado falleció justo después de que se tocara la doceava campanada del reloj.

Este cuento es una genialidad del terror, sin duda es una historia de las que te dejan un escalofrío en el cuerpo con tan sólo iniciar la lectura. Los exquisitos detalles recrean un ambiente macabro y fuera de lo normal, propio del inicio de cualquier historia terrorífica llevada a la gran pantalla.

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